Los aficionados a los lugares abandonados ya los conocemos desde hace tiempo...pero no fue hasta hace unos meses cuando me decidí a visitarlos, animado por Esther y por Marc.
No fue fácil acceder (gracias Xavi por tu ayuda!! :) ) pero una vez dentro la visión de estos 3 aviones de cerca no nos dejó indiferentes...
La historia cuenta que son de un particular, que no vive en esa localidad.
Cuentan que los tiene ahí en honor a un hijo que falleció en la guerra.
Los aviones fueron traídos pieza a pieza desde la antigua Unión Soviética.
Y por dentro están totalmente huecos, tan solo queda el fuselaje, que por cierto, está bien anclado al suelo para evitar que vuelvan a volar accidentalmente...
Y nos marchamos del lugar!
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